¿Hacia la Venezuela del futuro?
- Pasqualina Curcio Curcio
- 30 abr 2018
- 2 Min. de lectura
El paquete de medidas para la gran transformación de Venezuela incluye, como toda propuesta neoliberal, la protección e incentivo a los inversionistas privadosextranjeros.
Proponenreestablecer la ley de protección e incentivo a la inversión privada extranjera de 1999 y crear el Banco de Desarrollo,el cualse encargará de canalizar el financiamiento desde el FMI, el BM y el BID hacia los capitales transnacionales. Endeudamiento externo que, por supuesto, y al mejor estilo consensuado en Washington, asumirá el propio Estado.
Vayamos, por un momento, al pasado:
El sector privado en Venezuela ha recibido de parte del Estado y a tasa preferencial, US$695.026 millones desde 1970 hasta 2014 (última cifra disponible). 9 veces lo que costó recuperar Europadespués de la II Guerra Mundial.
Entre 1970 y 2002 (antes del control cambiario) recibió US$ 365.270 millones, el 113% de lo que ingresó por petróleo.El Estado se endeudaba para financiar a las grandes empresas, mientras tanto,éstas disminuyeron 28% sus inversiones en nuestro país. En esos tiempos, la pobreza aumentó 132% y la desigualdad 18%.
En 2003 comenzó el control cambiario. Las muy grandes empresas privadas, sobre todo extranjeras, recibieron desde ese momento y hasta 2014, también a tasa preferencial,US$ 329.756 millones, el 41% de los ingresos petroleros. A pesar de los cuantiosos recursos, disminuyeron 48% la inversión. La mitad.
Repito: el sector privado, principalmente los grandes capitales extranjeros, ha recibido de parte del Estado y a tasa preferencial, alrededor de US$ 700.000 millones desde 1970, y desde ese momento ha disminuido 62% la inversión privada en nuestro país. Por lo menos el 53% de las divisas las han dejado fuera de nuestras fronteras.
Durante medio siglo, mientras el “ineficiente” sector público ha generado el 99% de las divisas del país, la “eficiente” empresa privada ha aportado tan solo el 1% y se ha llevado el 61% de los ingresos petroleros.
Las divisas que no le fueron asignadas al sector privado entre 2003 y 2014, es decir, el 59% de los ingresos petroleros, las utilizó el Estado. La inversión pública aumentó 58% yla economía creció 75%. En menos de 10 años, la pobrezageneral disminuyó a la mitad y la extrema se redujo 62%. La desigualdad cayó 21%.
Un gran sacrificio se nos pide al pueblo venezolano con estapropuesta de “futuro”: sustituirnuestra moneda; renunciar a nuestra independencia;entregar nuestra soberanía; regalar nuestras riquezasa quienes, sin piedad y sin tregua, nos han agredido desde el 2013 y,para rematar,endeudarnosen el exterior para financiarlos.
A cambio recibiremos, “solidariamente”, una tarjeta con US$ 25 mensuales.
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