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  • Foto del escritorPasqualina Curcio Curcio

Caída de la producción en Venezuela. Causas



Desde que inició la arremetida de la guerra económica contra el pueblo de Venezuela en 2012 y hasta diciembre de 2018, el producto interno bruto cayó 48,9%. En 2018 se produjo aproximadamente la mitad del 2012.


En Venezuela, del total del PIB, alrededor del 11% es producción petrolera, el resto es no petrolera. Entre el año 2012 y el 2018 la actividad petrolera se contrajo 44,5% mientras que la no petrolera disminuyó 47,2%. Por lo tanto, proporcionalmente, del 48,9% de la caída del PIB, 5,4 puntos corresponden a la caída de la actividad petrolera y 43,3 puntos a la no petrolera.


De las actividades no petroleras la que registró mayor caída fue la construcción, disminuyó 90,7%; le siguieron las actividades comerciales con una disminución de 75,6%; manufactureras -71,7%; financieras y de seguros -69,5%; transporte y almacenamiento -62,6%; servicios inmobiliarios -33,7%; electricidad y agua -25,1%; servicios del gobierno general – 8,7%. En cambio, la actividad relacionada con las comunicaciones aumentó 4,6%.


En este escenario de recesión económica y según datos recientemente publicados por el BCV, entre 2012 y 2018 la demanda global interna de bienes y servicios disminuyó 68,1% desagregada de la siguiente manera: lo correspondiente al consumo final privado – 50,2%; al consumo final del gobierno disminuyó -27,6%. En cuanto a la inversión, que también forma parte de la demanda global interna de la economía, disminuyó 89%.


De la mano con la recesión ha estado el aumento de los precios. Entre enero de 2012 y septiembre de 2019 el nivel de precios ha variado 1.990.213.120%. En escalada y en la medida que han intensificado la guerra económica, particularmente el ataque a la moneda, causa determinante de la inflación en Venezuela, los precios han variado anualmente desde 2012 hasta 2018 en 20,7%; 56,19%; 68,54%; 180,87%; 274,35%; 862,63%; 130.060,24% respectivamente. Desde el 2012 estamos en estanflación, o sea estancamiento con inflación.


Dicho sea de paso, y para recordarle a los monetaristas neoliberales y disculpen otra vez la redundancia, ese discurso que atribuye la responsabilidad de la hiperinflación al gobierno al afirmar que está imprimiendo billetes e inundando de dinero las calles, lo cual a su vez hace que todos los venezolanos, incluyendo el propio gobierno, dispongamos de más bolívares y en esa medida gastemos más presionando los precios al alza, se cae por sí solo. Primero: que lance la primera piedra el venezolano que esté gastando más que en 2012; segundo y tal como mostramos antes, la demanda interna, por el contrario, cayó 68,1% desde 2012.


Causas de la caída de la producción nacional


Históricamente, los niveles de producción en Venezuela han dependido en más del 90% del petróleo. No por los niveles de producción de hidrocarburos, que como ya hemos dicho representan si acaso el 15% de la producción total del país, sino por las exportaciones, que en nuestro caso es casi exclusivamente petrolera. Mientras más exportamos habrá mayor disponibilidad de divisas para importar los insumos, tecnología y materia prima para la producción interna no petrolera, así como mayor cantidad de recaudación de impuestos provenientes de PDVSA para la inversión y el gasto públicos.


Sin embargo, a partir del año 2012 un fenómeno distinto, consecuencia de la guerra económica, se ha estado manifestando y es lo que en teoría económica se conoce como shock de oferta, la cual se define como aquella situación en la que factores externos inciden sobre los costos de producción, aumentándolos, y ocasionando una contracción de la oferta de bienes y servicios, es decir, una disminución de los niveles de producción.


Desde 2012, no es solo la caída de las exportaciones petroleras la que ha causado la disminución del PIB. Ahora y desde ese año, solo el 60% está relacionado con la venta de petróleo, el resto, o sea el 40% de la explicación la hallamos en el shock de oferta ocasionado por el criminal ataque a la moneda. Lo detallaremos más adelante.


Así que son dos las principales causas de la contracción del PIB en Venezuela desde 2012.


1.- Caída de las exportaciones petroleras


En 2012 las exportaciones petroleras ascendieron a US$ 95.569 millones, el precio promedio del barril de petróleo estaba en 103,46 US$ y producíamos 2.7 millones de barriles diarios. Las exportaciones de hidrocarburo en 2018 sumaron US$ 29.810 millones, es decir cayeron con respecto al 2012, 68,1%. Las causas de la caída son, por una parte, la disminución en 45% del precio del petróleo que pasó de 103,46 US$ a 57,42 US%; por otra parte, la cantidad exportada cayó de 2.7 millones de barriles diarios a 1.5 millones en 2018.


Aumentar las exportaciones petroleras y por lo tanto la producción, permitiría incidir, en 60% en la reactivación económica nacional. Es urgente recuperar a PDVSA que actualmente solo está produciendo 749 mil barriles diarios.


En 2002, en el marco de los planes de desestabilización orquestados por los enemigos del pueblo venezolano, atacaron y afectaron, nada más y nada menos que el cerebro de la industria. En un par de meses la clase trabajadora recuperó la producción a pesar de que ese año el precio promedio del petróleo era tan solo 21,99 US$/barril. Dicen que ahora el ataque es silencioso. En todo caso, la empresa sigue en manos de los trabajadores, o no? Y el precio del petróleo hoy es 53,74 US$/barril.


2.- Ataque a la moneda


De todas las armas de la guerra económica, la más poderosa es el ataque criminal a la moneda. Desde el 2012 hasta hoy, los enemigos del pueblo venezolano han manipulado el precio del bolívar con respecto al dólar alrededor de 30 mil millones por ciento. Recordemos que en 2012 dábamos 8,19 Bolívares fuertes por dólar, y hoy, aunque ficticio, el tipo de cambio es 2.220.594.000 BsF/US$.


Cada vez que dolartoday aumenta el tipo de cambio incide sobre el precio de absolutamente todos los bienes importados incluyendo la materia prima, insumos, repuestos y maquinarias necesarios para el proceso productivo, es decir, afecta todos los costos de producción. Ante esta situación, quienes producen o comercian se enfrentan a mayores costos siendo el primer efecto la disminución de los niveles de producción.


Producir una unidad le costará más y si ese productor o comerciante cuenta con una cantidad dada de recursos para el proceso productivo o de comercialización, se verá obligado a disminuirlo. Contraerá su producción y con ella la oferta. Este shock de la oferta, ocasionado por el ataque a la moneda, se verá reflejado en una caída de la producción y en un aumento de los precios, o sea en una estanflación, en nuestro caso en una estanhiperinflación por los niveles despiadados del ataque.


Recuperar el PIB en Venezuela pasa, necesariamente, por detener el ataque a la moneda. Los esfuerzos por encender y aceitar los motores económicos se verán anulados cada vez que nos manipulen políticamente el precio del bolívar. Incluso el efecto positivo que esperaríamos al aumentar las exportaciones petroleras se verá anulado si el ataque al bolívar es proporcionalmente mayor: entre 2016 y 2017 las exportaciones de hidrocarburo aumentaron 21% pasaron de US$ 25.942 millones a US$ 31.497 millones (debido a que el precio del petróleo aumentó de 35,15 a 46,66 US$/barril), pero el PIB cayó 15,2% en 2017.


El enemigo continúa haciendo su trabajo, ataca el bolívar, induce la hiperinflación y a la vez contrae la economía. Hagamos nosotros el nuestro: 1) recuperemos la producción petrolera y 2) fortalezcamos el bolívar para evitar que lo sigan manipulando y de esta manera echar a andar los motores productivos en manos del Estado, de las comunas, de los trabajadores y para complacer a los dogmáticos, por qué no, también en manos privadas.


Centrémonos, estratégicamente, en estos dos objetivos.

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